La rivalidad entre la barbacoa de Texas y la de las Carolinas refleja las ricas tradiciones culinarias de Estados Unidos. En Texas, la estrella es el brisket, un corte de pecho de res ahumado lentamente, destacando el sabor ahumado y la textura tierna. La esencia texana también se encuentra en las costillas de cerdo y el pulled pork, pero el énfasis en el sabor ahumado y las salsas espesas diferencia esta región.

Mientras tanto, en Carolina del Norte, la barbacoa de cerdo es la protagonista. Aquí, el cerdo entero se cocina lentamente sobre brasas de madera y se desmenuza para servirlo con salsa de vinagre picante, lo que confiere un sabor ácido y vibrante. Carolina del Sur, por otro lado, destaca por su mezcla de salsas, ofreciendo opciones desde la mostaza amarilla hasta la salsa de vinagre, brindando un espectro de sabores más amplio.

Otro elemento distintivo es la elección de madera para ahumar. Texas prefiere maderas más fuertes como el roble o la mezquite, mientras que en las Carolinas, la madera de manzano o nogal aporta matices más suaves.

Las salsas también varían; Texas se inclina por salsas espesas y dulces, mientras que en las Carolinas, la preferencia es por salsas finas y avinagradas. Además, la elección del corte de carne, la forma de servir y las técnicas de ahumado difieren, creando identidades únicas en cada región.

En resumen, mientras Texas abraza el amor por el res y las salsas espesas, las Carolinas se destacan por su enfoque en el cerdo y sus salsas de vinagre. Cada región lleva consigo una historia única de la barbacoa, convirtiéndolas en destinos imprescindibles para los amantes de la buena comida.